Hace mucho tiempo, pero mucho tiempo, el planeta tierra donde vivimos era dirigido por una Diosa llamada GEA, era la reina de las capullanas que habitaban en la costa del Perú. Hoy está dormida.

 

Esa diosa vestía túnica blanca que le llegaba incluso a los pies, tenía una larga cabellera negra que peinaba hasta la cintura, y caminaba con sandalias. En su cabeza una wincha de flores rojas. Todos la respetaban, obedecían y querían.

 

Salvo los ogros que vivían debajo de la tierra en unos huecos negros y que de vez en cuando salían a robarse las pertenencias de las capullanas. Para que no les quitaran, GEA ordenó tapar los huecos con bastante tierra, pero a pesar de esto, los ogros hacia otros huecos y por ahí nuevamente asaltaban.